Uso de la IA debe respetar las libertades y derechos de las sociedades democráticas

Converciencia 2023 abordó el tema de ética en la inteligencia artificial

El potencial transformador que tiene la inteligencia artificial (IA) para la humanidad conlleva desafíos éticos en su aplicación, garantizar que se respeten los derechos fundamentales de las personas, como la privacidad, la transparencia y la no discriminación fue el tema abordado por la experta española, Patricia Ventura, doctora en medios, comunicación y cultura; e inteligencia artificial en su conferencia durante Converciencia 2023 organizada por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt).

La profesional explicó que la IA es muy versátil y se encuentra en todas partes, pero esta no tiene conciencia o la capacidad de agencia que requiere la corporalidad, estímulos y emociones que solo poseen los seres humanos.

Ejemplificó que en algunos países totalitarios se está usando esta tecnología en el control de fronteras que tienen la discrecionalidad de seleccionar personas “sospechosas” basándose en gestos y emociones; además se usa en la selecciones de personal para plazas laborales sin tomar en cuenta los sesgos que puedan tener los algoritmos para definir los candidatos por género; también se están usando robot en el cuidado de personas mayores y esto chocan con los derechos de las personas y la atención especial que requieren este sector de la población.

“Esta tecnología chocan con los derechos determinados, el uso de la IA está erosionando nuestras democracias, los algoritmos dan una falta sensación de objetividad que aplasta los derechos de las personas, no hay ningún tipo de evidencia que las máquinas tenga subjetividad, motivaciones o intenciones. Todos estos usos están erosionando las libertades”, afirmó.

Concluyó que es importante revindicar un liderazgo humanista, apelar a nuestra conciencia que solo tiene el ser humano tiene. Concluyó que en el uso de la IA debe ponerse por delante las libertades y derechos en las cuales se fundamentan nuestras democracias “solo los humanos pueden darle el grado de autoridad a la máquina”.