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El cambio climático pone en peligro nuestra comida:
¿Estamos preparados?

El doctor Edwin Castellanos es un destacado científico que ha dedicado su carrera al estudio del cambio climático, con el objetivo de generar acciones que promuevan un planeta más limpio y saludable. Su labor se centra en proporcionar información científica a los tomadores de decisiones y en la formulación de políticas relacionadas con el cambio global en Latinoamérica.

Castellanos posee un doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Indiana y una maestría en Química Analítica de la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, así como una licenciatura en Química de la Universidad del Valle de Guatemala. En su carrera ha sido docente e investigador; lidera el programa científico del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI), que surge de una estrategia de integración entre ciencias naturales y sociales, dirigido a brindar información científica útil a los tomadores de decisiones para reducir la vulnerabilidad social y los conflictos ambientales.

El doctor Castellanos es un referente en el tema de cambio climático, no solo en Guatemala sino en la región latinoamericana. Reconoce que su formación le ha ayudado a ser un investigador de mucho rigor, con base sólida y científica para entender los problemas de cambio climático. Por sus aportes a la ciencia, en 2016, fue galardonado con la Medalla Nacional de Ciencia y Tecnología.

El cambio climático está exacerbando la variabilidad climática en Guatemala, incrementando la frecuencia de lluvias y sequías y afectando gravemente la seguridad alimentaria, la economía y la salud del país. En una entrevista para "Mentes Brillantes" de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología, Castellanos subrayó que los escenarios futuros indican un empeoramiento de la disponibilidad del agua en Guatemala.

El científico enfatiza la necesidad de adaptarse a nuevas formas de desarrollo en la vida cotidiana, incluyendo la movilidad, el manejo de la agricultura y los procesos industriales. La agricultura, en particular, es una de las áreas más afectadas por el cambio climático, reflejándose en la pérdida de cultivos y en la economía de la gente.

Dr. Edwin Castellanos, líder el programa científico del Instituto Interamericano
para la Investigación del Cambio Global (IAI).


Los escenarios futuros indican un empeoramiento de la disponibilidad de agua en Guatemala, lo cual impacta en la seguridad alimentaria de las comunidades

Edwin Castellanos

Cambio climático: Cambio del clima atribuido directa o indirectamente a actividades humanas
que alteran la composición de la atmósfera mundial


El sector agrícola representa una de las principales fuentes de empleo en Guatemala. Foto: MAGA

¿Cómo impacta el cambio climático a la producción de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria del país?

El sector agrícola representa una de las principales fuentes de empleo en Guatemala y aporta aproximadamente la tercera parte de las divisas nacionales a través de las exportaciones. Actualmente los agricultores son los más afectados, no podemos determinar un tipo de cultivo porque el impacto es general. Si no llueve o si llueve con demasiada intensidad los cultivos se pierden.

En Guatemala, se identifican al menos tres modalidades de producción agrícola: la de subsistencia campesina, la semicomercial y la de exportación. A pesar de sus diferencias, todas enfrentan desafíos. La agricultura, en particular, presenta capacidades financieras y técnicas más limitadas para adaptarse, siendo sensible a la disponibilidad de agua proveniente de la lluvia para el riego de los cultivos.

Los impactos del cambio climático aumentan la variabilidad y la probabilidad de eventos extremos, como sequías, inundaciones y heladas, que ponen en peligro los medios de subsistencia de familias y por consiguiente la seguridad alimentaria del país. Además de los efectos actuales y previstos del cambio climático, existen condiciones adicionales que aumentan la vulnerabilidad del sistema agrícola, como la pobreza, la baja educación, la inseguridad en la tenencia de la tierra, el acceso limitado al agua, la exposición a plagas y la desnutrición crónica.

Foto: MSPAS

¿Qué pueden hacer los agricultores? 

La agricultura debe evolucionar a sistemas que estén más armonizados con el funcionamiento de los ecosistemas que contribuyan a la seguridad alimentaria. Los agricultores tienen un papel decisivo en la adaptación a este fenómeno, adoptando prácticas agrícolas más sostenibles y resilientes. 

Pueden implementar sistemas de riego más eficientes y diversificar cultivos, lo cual incluye la conservación del agua, la aplicación de abonos orgánicos y la prevención de la erosión del suelo. La agricultura orgánica promueve cultivos más sostenibles que respetan los ciclos naturales y reducen el uso de químicos. 

Foto: MAGA

¿Tiene conocimiento de acciones que se implementen desde el Gobierno? 

En Guatemala, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación implementa un sistema de riego a nivel nacional que brinda a los agricultores un acceso continuo al agua, disminuyendo su dependencia de la lluvia y fortaleciendo la resistencia de sus cultivos frente a las variaciones climáticas.  

Esta iniciativa no solo mejora la seguridad alimentaria al garantizar un suministro constante de agua para la producción agrícola, sino que contribuye a la reducción de la pobreza, así como a la diversificación y aumento de la oferta agrícola.  

A nivel latinoamericano, se trabaja en colaboración con científicos y tomadores de decisiones para descarbonizar la economía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la identificación de las fuentes de contaminación y la búsqueda de alternativas más sostenibles y menos contaminantes en sectores clave como la generación de energía y la agricultura. 

En el sector energético se promueve la transición hacia fuentes de energía renovable como una alternativa al uso de combustibles fósiles, como el búnker, que contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero. Del mismo modo, en el sector agrícola se fomenta el uso de prácticas más sostenibles, como la agricultura orgánica y la gestión de residuos, para reducir las emisiones de metano y otros gases. 

 

 


¿Cómo pueden los ciudadanos percibir que el cambio climático les afecta?  

El aumento de los precios en los alimentos de la canasta básica, que, a su vez, se vincula a la cadena de producción agrícola y a los desafíos que enfrentan los agricultores. Las lluvias intensas o las sequías prolongadas provocan la pérdida de cosechas, lo que reduce la oferta de productos en el mercado.  

El cambio climático no es un problema lejano o abstracto, sino que tiene consecuencias directas en el bienestar y en la calidad de vida de la gente. Al tomar conciencia pueden ser más proactivos en la búsqueda de soluciones, desde el manejo adecuado de la basura hasta la reducción del consumo de energía y la adopción de prácticas más sostenibles.  

¿El cambio climático está causando impacto en la salud humana? 

Sí, uno de los efectos más evidentes es el aumento de enfermedades respiratorias e infecciosas. Un ejemplo es el aumento de casos de dengue que superan el total de los identificados en los últimos cuatro años. Históricamente, este padecimiento solía concentrarse en las zonas cálidas del país, pero debido al cambio climático, estos se han extendido a nivel nacional. 

Las temperaturas más cálidas pueden favorecer la reproducción de los mosquitos transmisores del Dengue, así como la expansión de su hábitat a áreas antes no afectadas. Además, las alteraciones en los patrones de lluvia pueden crear condiciones más propicias para la reproducción de insectos, aumentando así el riesgo de brotes de enfermedades infeccionas transmitidas a los seres humanos como la Malaria, el Dengue, el Zika y la Chikunguña, males que se han expandido en Guatemala por las alteraciones climáticas.  

El cambio climático provoca efectos más evidentes
en el aumento de enfermedades respiratorias e infecciosas. Foto: MSPAS

¿Qué son los gases de efecto invernadero? 

Al atrapar el calor del sol, los gases de efecto invernadero han mantenido el clima de la Tierra habitable para los seres humanos y millones de otras especies. Pero esos gases están ahora desequilibrados, y amenazan con cambiar drásticamente qué seres vivos pueden sobrevivir en este planeta y dónde.  

Un ejemplo común es el dióxido de carbono (CO2) que se emite cuando se queman materiales como carbón, petróleo, gas, madera y residuos sólidos. Este vapor, junto con otros como el metano, provoca un aumento en la temperatura promedio del planeta al atrapar el calor en la atmósfera.  

El metano, por su parte, se produce principalmente a partir de actividades como el mal manejo de la basura y la ganadería. Existen otros gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, como el óxido nitroso (N2O) y los gases fluorados. 

El aumento de los precios en los alimentos de la canasta básica se vincula a la cadena de producción agrícola. Foto: MAGA

¿Cómo afecta a las ciudades y la infraestructura del país? 

La carencia de una planificación urbana adecuada ha generado problemas de congestión y transporte, deteriorando la calidad de vida y generando altas emisiones debido al uso de combustibles. Este fenómeno se observa tanto en la capital guatemalteca como en ciudades intermedias como Quetzaltenango, Escuintla, Cobán y Chiquimula.  

El primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático que generó el Sistema Guatemalteco de Ciencias del Cambio Climático (SGCCC) especifica que, en la Ciudad de Guatemala, hay alrededor de 400 asentamientos informales vulnerables al cambio climático; una precipitación puede incluso desencadenar tragedias debido a deslaves o deslizamientos de tierra.   

Otra de las amenazas a las que se enfrenta la infraestructura son las inundaciones, que se consideran como uno de los eventos más costosos y uno de los fenómenos con más probabilidad de aumentar como efecto del cambio climático. En la infraestructura, su ocurrencia afecta especialmente a puentes y carreteras.  

El cambio climático amenaza la infraestructura con las inundaciones. Foto: Conred

¿Por qué es importante contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)? 

Constituye la única estrategia efectiva a largo plazo para hacer frente al calentamiento global. La comunidad científica internacional coincide en que el incremento de las concentraciones atmosféricas de estos gases, sin importar su origen geográfico, es la principal causa del aumento de las temperaturas medias observadas en las últimas décadas. Por lo tanto, actuar para reducir estas emisiones es esencial para mitigar los efectos del cambio climático y preservar el equilibrio ambiental a largo plazo.