La docencia y la investigación como ejemplo de vida
Mi amor por el estudio finalmente me permitió concluir tres carreras: nivel medio, nivel intermedio y nivel universitario. No fue fácil pues para culminar el ciclo universitario debí movilizarme del municipio de Chiantla, Huehuetenango, a la ciudad capital.
A la universidad de San Carlos ingresé en 1979, luego de graduarme como Maestra de Educación para el Hogar. En esta línea incursioné en la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media (EFPEM), donde obtuve el título de Profesora de Segunda Enseñanza Especializada en Matemática. Ya con ese título, en 1982, decidí ingresar a la Facultad de Ingeniería y en 1989 me gradué de Ingeniera Química. Este grado académico me permitió incorporarme como catedrática universitaria.
Crecí en un hogar con nueve hermanos, en el que nos inculcaron altos valores humanos, un alto sentido de responsabilidad y mucho amor al estudio y al trabajo.
Mi educación primaria y básica la hice en Chiantla, Huehuetenango, y siempre pensé en ser más que solo maestra, por eso viajé a la capital para prepararme más en el campo de la ciencia, que siempre me apasionó.
Salí de mi pueblo para superarme, y también lo hice para ser un ejemplo para las niñas de mi región, para que vean que las mujeres podemos crecer profesionalmente.
Mi vida profesional se ha dedicado a la docencia y la investigación. Tengo 33 años de docencia ininterrumpida, desde profesora en el Instituto Normal Centro América (INCA), hasta docente e investigadora en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos (USAC), pasando por la EFPEM.
He sido directora del Centro de Investigaciones de Ingeniería, durante dos períodos. El primero de ellos de 2009 a 2015 y el segundo de 2019 a la fecha.
He asesorado 140 tesis para la licenciatura de Ingeniería Química, así como he sido coordinadora e investigadora principal de 30 proyectos de investigación científica cofinanciados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concyt) y la Dirección General de Investigación.
A la universidad de San Carlos ingresé en 1979, luego de graduarme como Maestra de Educación para el Hogar. En esta línea incursioné en la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media (EFPEM), donde obtuve el título de Profesora de Segunda Enseñanza Especializada en Matemática. Ya con ese título, en 1982, decidí ingresar a la Facultad de Ingeniería y en 1989 me gradué de Ingeniera Química. Este grado académico me permitió incorporarme como catedrática universitaria.
Crecí en un hogar con nueve hermanos, en el que nos inculcaron altos valores humanos, un alto sentido de responsabilidad y mucho amor al estudio y al trabajo.
Mi educación primaria y básica la hice en Chiantla, Huehuetenango, y siempre pensé en ser más que solo maestra, por eso viajé a la capital para prepararme más en el campo de la ciencia, que siempre me apasionó.
Salí de mi pueblo para superarme, y también lo hice para ser un ejemplo para las niñas de mi región, para que vean que las mujeres podemos crecer profesionalmente.
Mi vida profesional se ha dedicado a la docencia y la investigación. Tengo 33 años de docencia ininterrumpida, desde profesora en el Instituto Normal Centro América (INCA), hasta docente e investigadora en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos (USAC), pasando por la EFPEM.
He sido directora del Centro de Investigaciones de Ingeniería, durante dos períodos. El primero de ellos de 2009 a 2015 y el segundo de 2019 a la fecha.
He asesorado 140 tesis para la licenciatura de Ingeniería Química, así como he sido coordinadora e investigadora principal de 30 proyectos de investigación científica cofinanciados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concyt) y la Dirección General de Investigación.