La tecnología es trabajo en equipo
Mi pasión por la robótica surgió en 2021, a pesar de que aún no concluyo el diversificado, pues estoy en cuarto año del bachillerato en computación con orientación científica en el Colegio Católico San Pablo, cada día me involucro más en el mundo tecnológico.
En el 2022, gracias a mi padre que se enteró del proyecto Balam, tuve mi primera competencia nacional de robótica. Tengo 16 años y desde muy pequeña siempre me han gustado los desafíos y aprender cosas orientadas hacia la tecnología, quizás influenciada porque a mis padres en su vida profesional trabajan en esa área.
Desde hace dos años compito en el proyecto Balam; también participé en el Galileo Electronic Challenge, en el curso Mujeres en Ingeniería de la Universidad del Valle de Guatemala y fui parte de la selección nacional de robótica en el 2022.
Ser seleccionada me dio la oportunidad de representar al país en el First Global Challenge 2022 Carbon Capture (Primer Desafío Global 2022, “Captura de Carbón”). Conocí personas con quienes compartimos la pasión por la tecnología y demostramos que el idioma no es una barrera que impida comunicarse.
Descubrimos que se trata de competencias cooperativas, el éxito no es por el trabajo de una persona sino por lo que hace el equipo.
Junto a mi compañero David nos encargamos de realizar las estrategias para llegar a un acuerdo funcional para los equipos. Conocimos muchos robots con diversos mecanismos que les daban un funcionamiento único y capaz de aportar a nuestra alianza. Fue impresionante ver cómo con las mismas piezas cada equipo construyó un robot tan distinto al nuestro, siendo esa la mejor parte, pues nos complementamos.
En definitiva, estas experiencias han marcado un antes y un después en mi vida. Ha sido el comienzo de una nueva etapa en la cual podré continuar con el desarrollo de mi pasión, aprendiendo cada vez más para un día convertirme en una gran ingeniera que inspire a las nuevas generaciones de mujeres jóvenes en la ciencia.