La educación la clave del
desarrollo de la humanidad
Mis raíces me definen, sustentan y proyectan. Soy una mujer maya k´iche´, Chen Sam originaria de Cantel, Quetzaltenango, el lugar en el que me formé y aprendí los valores y las fortalezas que me convirtieron en la mujer que soy. Desde niña mis padres han sido mi mayor inspiración y es por ellos que siempre tuve claro que quería estudiar una carrera científica.
A los 18 años fundé el proyecto educativo Sanik, que quiere decir “hormiga” en K’iche’, porque entendí que la educación es el mejor regalo que podemos compartir con el prójimo. Mis padres me dieron ese regalo y yo quiero compartirlo con más ciudadanos.
Sanik contiene cuatro ejes que se implementan en San Lucas Sacatepéquez. El primero es el refuerzo en clases de ciencia, lectura y matemáticas para niños de 5to y 6to primaria. El segundo la capacitación a docentes del sector público en temas pedagógicos, psicológicos, tecnológicos y administrativos. El tercero la gestión de ayuda tecnológica a jóvenes de básico y bachillerato. Y, por último, la capacitación a jóvenes de bachillerato para orientarlos en la construcción de su plan de vida, la elaboración de su currículum, la forma de realizar su programación y fomentar su liderazgo.
Soy ingeniera administrativa y estudié una maestría en reingeniería y tecnologías del aseguramiento. Trabajo en una empresa multinacional. Soy la única mujer en esta área y nunca me han puesto límites por ser mujer.
Uno de los retos más grandes que he tenido, es el cambio de mentora del programa Voces que inspiran, en Vital Voices Global Partnership, para trabajar en la multinacional. Era el momento de demostrar mi capacidad.
Pero todo esto no me aparta de algo importante en mi vida: mi familia, con quienes me gusta tener momentos de calidad. Cenamos juntos y compartimos lo que nos pasó en el día. Me siento satisfecha de la mujer en que me he convertido y al ver hacia adelante me veo liderando mi propia empresa, sin dejar proyecto Sanik, porque mientras más crezca, a mi lado crecerá mi proyecto para llevar más educación a toda Guatemala.
Quiero ser un ejemplo para otras mujeres, sobre todo mujeres indígenas, para que sepan que es posible llegar a puestos de liderazgo. Las metas personales son buenas, pero las metas colectivas son imparables.